Capítulo 4: Resumen de los principales hallazgos observados a nivel nacional e internacional
Principales tendencias documentadas a nivel nacional
La disminución sostenida de la natalidad en las últimas décadas puede explicarse por la significativa reducción de los nacimientos en los grupos más jóvenes de la población y la postergación de la maternidad hacia edades más avanzadas.
- Entre 1960 y 2023, se ha observado una disminución en los nacimientos de todas las mujeres en edad fértil (15-49 años). Sin embargo, las mujeres más jóvenes (menores de 30 años), han experimentado las reducciones más significativas, con descensos que fluctúan entre 75% y 85% dependiendo del tramo etario.
- Durante este periodo, las mujeres también han postergado la maternidad, optando por tener hijos a edades más avanzadas. Esto se refleja en un aumento del porcentaje de mujeres entre 30 y 39 años en los nacimientos anuales y en una disminución del grupo menor a 30 años.
- Mientras la disminución de la fecundidad adolescente (15 y 19 años) puede atribuirse a la efectividad de los programas de salud y a la implementación de políticas educativas; la reducción de los nacimientos observada entre las mujeres de 20 a 29 años obedecería a la decisión de postergar la maternidad por razones laborales o de estudio.
Desde el 2000, han aumentado los nacimientos de madres con mayor nivel educacional y que participan activamente del mercado laboral, tanto en términos absolutos como en proporción al total de nacimientos anuales. Ello sugiere que las mujeres que provienen de entornos socioeconómicos más desfavorecidos, caracterizados por menores niveles educativos y participación laboral, han dejado de tener hijos.
- Entre 2001 y 2021, los nacimientos de madres con enseñanza básica se redujeron de 60 mil a 11 mil, lo que equivale a una disminución de 81%. Ello contrasta con el significativo aumento de los nacimientos de madres con estudios universitarios, que durante este periodo aumentaron un 94%, pasando de 42 mil a 81 mil.
- De igual forma, se ha observado un aumento de los nacimientos de madres ocupadas y una disminución de aquellos vinculados a madres que se encontraban fuera del mercado laboral al momento del parto. Entre 2001 y 2021, los nacimientos de madres empleadas aumentaron un 37%, pasando de 67 mil a 92 mil. Por su parte, los nacimientos de madres inactivas pasaron de 178 mil a 72 mil, lo que equivale a una reducción de 60%.
- Estos resultados están alineados con el progresivo aumento en los niveles educativos y participación laboral alcanzado por las mujeres en edad fértil que se observa en este periodo.
De mantenerse las tendencias actuales en fecundidad, la estructura demográfica del país se transformará de manera profunda avanzando hacia una disminución y al envejecimiento de la población.
- En las próximas décadas, el país continuará alejándose de la forma piramidal característica de los años 50 y evolucionará hacia una estructura demográfica más rectangular hacia 2050. Esta estructura presentará un menor número de habitantes y estará caracterizada por el envejecimiento de su población, la disminución de los nacimientos y las mujeres en edad fértil, y el aumento en la esperanza de vida.
- En los próximos años, la población del país continuará creciendo a un ritmo cada vez menor y alcanzará un máximo de 20,5 millones de habitantes en 2041, para comenzar a disminuir en las siguientes décadas.
- La población también se encontrará más envejecida, aumentando en casi 6 años su edad media, desde 39 a 45 años entre 2025 y 2040, convergiendo a un promedio de 60 años en las siguientes décadas.
- En los próximos años, la población de 60 y más años superará a los segmentos más jóvenes y crecerá de forma acelerada hacia el futuro. También, en 2045 la esperanza de vida aumentará en más de tres años, acentuando el envejecimiento poblacional.
- El índice de envejecimiento, que mide la proporción de adultos de 60 y más años por cada persona de hasta 15 años, seguirá continuará aumentando y alcanzará 1,1 en 2025, lo que implica que la población mayor superará a los grupos más jóvenes. En los años siguientes, este fenómeno continuará intensificándose, elevando este indicador a 3 y 4 adultos mayores por cada persona de hasta 15 años en 2050 y 2070, respectivamente.
- También, se estima que la esperanza de vida aumentará en 3,3 años alcanzando los 85 años en 2045.
Las transformaciones demográficas también han afectado los patrones de natalidad al incidir en la cantidad de mujeres en edad fértil y de los hijos que conciben durante su vida reproductiva.
- Desde 1955, la tasa de crecimiento de las mujeres en edad fértil (15 y 19 años) ha evidenciado una disminución sistemática, pasando del 9% a solo un 2,5% en 2015. En los próximos años, este fenómeno continuará acentuándose, alcanzando incluso un crecimiento negativo a contar de 2025.
- La disminución del número de hijos por mujer es otra tendencia relevante, que ha pasado de 5,4 en 1960 a 1,16 en 2023 y que se espera siga reduciéndose en la medida que persistan y se intensifiquen los cambios demográficos observados en el país.
En los próximos años, la disminución de la cantidad de mujeres en edad fértil será más relevante para explicar la caída de la natalidad que la reducción en la fecundidad.
- Hasta 2020, la disminución del número de hijos por mujer presentó una mayor contribución en la reducción de los nacimientos que la variación en la cantidad de mujeres en edad fértil. No obstante, a medida que las dinámicas demográficas acentúen la disminución de la población, esta relación cambiará, de modo que la reducción de las mujeres en edad fértil se convertirá en un factor más significativo en el descenso de la natalidad que la fecundidad.
- También debe considerarse la disminución del porcentaje de mujeres menores de 30 años y el aumento de aquellas mayores a 40 años observado entre 1960 y 2020. Estas tendencias sugieren que la capacidad reproductiva futura del país podría verse comprometida por cuanto las mujeres con mayor potencial reproductivo han sufrido una disminución relativa más significativa en comparación a las de mayor edad.
Principales tendencias observadas a nivel internacional
La mayoría de los países ha experimentado una reducción significativa en sus tasas de fecundidad en las últimas décadas, pero en Chile este fenómeno es significativamente más acentuado.
- En 2021, la Tasa Global de Fecundidad (TGF) promedio de los países OCDE alcanzó 1,6 niños por mujer, lo que implica una reducción de más de la mitad del nivel observado a comienzos de la década de los 60. Durante este periodo, Chile también ha presentado una reducción significativa en sus niveles de fecundidad, pasando de 5,4 hijos por mujer en 1960 a 1,25 en 2022 y 1,16 en 2023.
- La disminución de la fecundidad observada a nivel global continuará hacia 2024, proyectándose que alcanzará 0,88 hijos por mujer en Chile y 1,37 hijos por mujer en los países de la OCDE.
El descenso en la fecundidad no ha sido homogéneo en todos los países, y en algunos ha avanzado a un ritmo más acelerado y con caídas más significativas que en otros. Chile lidera estás caídas.
- En 1980, México, Turquía y Colombia lideraron los países de la OCDE con los niveles más altos de fecundidad (entre 4,8 y 4 hijos por mujer), en tanto Alemania, Suiza y Luxemburgo se ubicaron entre los países con las menores tasas de fecundidad (inferiores a 1,6 hijos por mujer). Ese año en tanto, Chile alcanzó una TGF de 2,7 hijos por mujer, ubicándose por sobre el promedio de 2,2 hijos por mujer de los países de la OECD.
- En 2021, todos los países presentaron una reducción en sus tasas de fecundidad y se ubicaron por debajo de la tasa de reemplazo poblacional de 2,1 (que permite mantener una población estable), con excepción de Israel cuya TGF alcanzó el valor más alto entre los países de la OCDE con 3 hijos por mujer.
- Entre 1980 y 2021, solo Alemania y los Países Bajos mantuvieron sus niveles de fecundidad, con una mínima variación de 0,02 hijos por mujer. En contraste, Brasil, Turquía y México presentaron las caídas más significativas en el rango de 2,4 a 3 hijos por mujer. Durante ese periodo, la fecundidad de Chile disminuyó en 1,6 hijos por mujer.
En la mayoría de los países no solo se están registrando menos nacimientos sino también que estos están ocurriendo a edades más avanzadas. En las últimas dos décadas las mujeres han retrasado en casi tres años la edad a la que tienen su primer hijo.
- En 2000, la edad promedio del primer parto era 26 años en los países de la OCDE, en comparación con los 29 años que alcanzó en 2021. Esta tendencia también se observó en Chile, donde las mujeres han retrasado en casi 4 años la edad a la que conciben su primer hijo, pasando de 23 años en 2000 a 27 años en 2021.
En muchos países la ausencia de hijos ha aumentado significativamente entre las mujeres más jóvenes.
- Al comparar las cohortes de mujeres nacidas en 1935 y 1975, se observa que la proporción de mujeres que permanece sin hijos se ha duplicado en países como Japón, Canadá, Corea y Portugal. En Chile en tanto, el fenómeno es más moderado, observándose una proporción constante de mujeres entre 40 y 44 años sin hijos entre 1992 y 2002 (7,9% y 7,7% entre esos años, respectivamente).