3. ¿Por qué es importante la atención a personas usuarias con perspectiva de género?
a atención usuaria es parte integral de las políticas, programas y acciones del Estado asociadas al acceso a un bien o servicio que pueden ser habilitantes para el ejercicio del derecho a la propiedad, la información, la educación, la vivienda, la salud, y a una vida libre de violencia, entre otros aspectos.
La perspectiva de género permite conocer cómo afectan en el acceso a la atención usuaria —y en consecuencia a los servicios y/o bienes habilitantes en el ejercicio de derechos— los recursos y necesidades diferenciadas que tienen hombres y mujeres. De este modo, es posible identificar barreras que afectan desproporcionadamente a las mujeres rurales, pobres y jefas de hogar.
La identificación de recursos distribuidos diferenciadamente entre hombres y mujeres, como, por ejemplo, el nivel de manejo tecnológico, acceso a tecnología y conectividad, ingresos y el nivel educacional permiten tomar medidas para eliminar obstáculos que se les presentan a las mujeres en su diversidad, ya sea para acceder a la atención, comprender la información y resolver el problema por el cual requieren del servicio de atención usuaria.
Asimismo, considerar otras características que pueden afectar desproporcionadamente a las mujeres posibilita el hecho de diseñar mejoras que respondan a las necesidades diferenciadas de hombres y mujeres. Por ejemplo, la situación de cuidadora, la maternidad, el acceso al trabajo formal y una brecha salarial, la carga laboral, la violencia intrafamiliar y violencia de género, y el acceso y uso de bienes familiares. Otras características interseccionales importantes para considerar son la situación de discapacidad, lenguas maternas, analfabetismo funcional, pertenencia a pueblos indígenas, situación geográfica, identidad de género, etcétera.
Junto con ello, es clave contar con un diagnóstico integral que identifique posibles diferencias en torno a los tipos de trámites que realizan las personas usuarias. Dicho proceso puede realizarse a través de análisis multivariados respecto a los niveles de satisfacción de las personas usuarias según el tipo de trámite, sexo/género, discapacidad, zona geográfica y canal de atención.
Finalmente, cabe recordar que la perspectiva de género es un estándar internacional que debe ser incorporado en todo el ciclo de las políticas públicas para garantizar el derecho a la igualdad y no discriminación. Este derecho ha sido comprometido por el Estado de Chile en diversos instrumentos del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y en la Constitución de la República.