Introducción
En su segunda Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric Font convocó a todos los sectores del país a iniciar un diálogo profundo que nos permita generar los ingresos fiscales necesarios para financiar los planes sociales destinados a mejorar la calidad de vida de nuestra población. “…Durante las próximas semanas tocaremos todas las puertas y tendremos todas las conversaciones que sean necesarias, con el mundo político, social, empresarial y laboral (…). Todos, repito, todos, vamos a tener que aceptar fórmulas híbridas, acuerdos sub-óptimos y no descansar ni levantarse de la mesa hasta que tengamos un acuerdo”, indicó el mandatario en dicha oportunidad.
A partir de este mandato el Ministerio de Hacienda emprendió la tarea de abrir un espacio de diálogo sincero y sin restricciones en pos de construir un Pacto Fiscal para el Desarrollo que permita responder a las necesidades urgentes de las personas en un contexto de crecimiento económico sostenible, eficiencia de la gestión pública y responsabilidad fiscal, lo que incluye, pero no se agota en las necesarias modificaciones a nuestro sistema tributario.
En este proceso se realizaron 33 reuniones de trabajo con diversos sectores, 20 de ellas se realizaron con gremios empresariales (Pymes y Confederación de la Producción y del Comercio, CPC) y de trabajadores; 3 con organizaciones de la sociedad civil y 10 con partidos políticos, entre ellos la Democracia Cristiana, el Partido de la Gente, Evópoli, Demócratas, Avancemos Chile y los partidos que conforman la Alianza de Gobierno, lo que permitió construir esta propuesta de un Pacto Fiscal para el Desarrollo que estamos presentando ante el país.
La metodología de trabajo tomó como elemento de partida el resultado de los Diálogos por un Pacto Tributario desarrollados durante los meses de abril y mayo de este año. Este trabajo motivó la presentación de propuestas en sesiones para recoger comentarios y sugerencias que fueron dando forma a los ejes y contenidos del Pacto Fiscal. El trabajo del Ministerio de Hacienda incluyó un proceso de devolución y retroalimentación que permitió construir las medidas que aquí se presentan. El resultado de este despliegue es la propuesta de un Pacto Fiscal para el Desarrollo que estamos presentando ante el país.
Motivación
Chile ha reconocido desde hace décadas el valor de la responsabilidad fiscal, principio que se expresa en que gastos permanentes deben ser financiados con ingresos permanentes. Este principio se recoge en la regla fiscal, que desde inicios de los 2000, ha sido aplicada por distintos gobiernos y en contextos económicos diversos. El principio de responsabilidad fiscal ha servido bien al país, limitando el crecimiento de la deuda pública y la proporción de los ingresos fiscales que deben dedicarse al pago de intereses, la que se ubica por debajo de países comparables1.
Sin embargo, el cumplimiento de la regla fiscal se ha visto desafiado en la última década por la tensión entre presiones sistemáticas de gasto, por un lado, y un menor crecimiento de los ingresos fiscales, por otro, fruto de menores tasas de crecimiento y de una carga tributaria que no ha cambiado significativamente. Estas tensiones, unidas a la creciente complejidad del sistema tributario, han ido elevando la frecuencia de reformas tributarias, aumentando la incertidumbre para decisiones de inversión y otras de largo plazo.
El Pacto Fiscal surge del imperativo de responder a necesidades urgentes de las personas, de un proceso de diálogo que ha permitido identificar nuevos problemas e incorporar más temas y soluciones, que trascienden las cuentas fiscales y se expanden al entorno económico e institucional. En otras palabras, se trata de generar espacio fiscal y que al mismo tiempo apoyemos el crecimiento sostenible de la economía y la eficiencia en el uso de los recursos públicos, generando un círculo virtuoso y aportando certidumbre. Así, el Pacto Fiscal se construye como una agenda multidimensional e internamente consistente, que, implementándose gradualmente, ofrezca un horizonte de estabilidad y progreso social para los próximos 10 años.
Componentes del Pacto Fiscal para el Desarrollo
A partir del trabajo realizado durante dos meses de intenso y amplio diálogo con representantes del mundo social, económico y político, hemos identificado en conjunto seis componentes que conforman el Pacto Fiscal para el Desarrollo:
- Principios para un sistema tributario moderno en Chile.
- Necesidades y prioridades de gasto en favor de los habitantes del país.
- Compromisos de reforma para fortalecer la transparencia, eficiencia y calidad de servicio en el Estado.
- Impulso al crecimiento a través de la inversión, productividad y formalización de la economía.
- Fortalecimiento de la administración tributaria y reforma del impuesto a la renta.
- Mecanismos institucionales para el seguimiento, monitoreo y evaluación del Pacto Fiscal
Es importante señalar que las prioridades de gasto público y los componentes destinados a incrementar los ingresos fiscales no pueden ser mirados de manera aislada. Vamos a solicitar una opinión técnica independiente sobre el espacio fiscal disponible a partir de los dividendos de crecimiento y eficiencia; el primero estará a cargo de un Comité de Expertos2, mientras que el segundo, será realizado por el grupo de presupuestos de la OCDE. La diferencia entre el costo fiscal de las prioridades identificadas, y los dividendos de crecimiento y eficiencia, serán financiados por medio de una reforma tributaria, la que contendrá una mejora de la fiscalización del cumplimiento de las obligaciones tributarias, y una reforma de la tributación a la renta, que incorpore aumentos de impuestos y beneficios tributarios. Este ejercicio será desarrollado con un horizonte de 10 años que considerará una gradualidad consistente entre el mayor gasto y el espacio de financiamiento (figura 1).
Figura 1
Balance de gastos prioritarios y fuentes de financiamiento
Fuente: Ministerio de Hacienda
[1] Mientras el pago de intereses se ubica en Chile por debajo del 4% de los ingresos fiscales, ésta representa más de 10% en el promedio de los países de América Latina y el Caribe, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
[2] Este Comité estará integrado por: José Pablo Arellano, Ignacio Briones, José De Gregorio, Manuel Marfán, Andrea Repetto, Andrea Tokman y Rodrigo Vergara.