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5. Caracterización de la informalidad en Chile

5.1. Desde la Perspectiva del Empleo

En Chile, la tasa de ocupación informal ha permanecido relativamente estable a través del tiempo y ha fluctuado entre un máximo de 32% en 2010 y un mínimo de 26% en 2013. Desde 2015 en adelante ha tendido a ubicarse en torno a 27%, salvo en el excepcional período de pandemia en 2020, donde alcanzó un registro mínimo histórico de 22,3%, debido fundamentalmente a las restricciones de movilidad que impuso el COVID-19.
Sobre la base de una serie de largo plazo para la tasa de informalidad, que incluye una estimación para los años 2010 y 2017 (ver nota Figura 5), se aprecia una pronunciada caída desde 32% en 2010 a 26% en 2013. Esta tendencia es consistente con el importante crecimiento en la ocupación ocurrida en el período de reconstrucción post terremoto. En efecto, durante 2010 el empleo total registró un crecimiento de 6,7% y un 5,5% en 2011, superando holgadamente el promedio anual de largo plazo entre 2010 y 2019 cuando se situaba en el orden de 2,5% (Figura 4).

Figura 4

Crecimiento de la ocupación total

(ene 2010 – ago. 2022; %)

Fuente: Elaboración propia en base a Banco Central de Chile. Nota: La figura presenta el promedio de la tasa de variación anual en la ocupación para cada periodo que se obtiene a partir de las series históricas de empleo publicadas por el Banco Central.
Durante la pandemia, la informalidad registró una disminución en el rango de 2,3 a 5,7 p.p., alcanzando su nivel más bajo entre mayo y julio de 2020, con un 22,3%. A diferencia de otras crisis, producto del confinamiento y las medidas sanitarias, durante la crisis del COVID-19 la informalidad no ofreció el tradicional refugio ante la destrucción de empleos formales, disminuyendo conjuntamente con la ocupación formal. A partir de 2022, ésta ha retornado progresivamente a los niveles previos a la pandemia, alcanzando un 26,7% en el trimestre junio-agosto de ese año, lo que equivale a aproximadamente 2,3 millones de personas en esta categoría (Figura 5).

Figura 5

Tasa de ocupación informal

(ene-mar 2010 – jun-ago. 2022; empleo informal/empleo total; %)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: La figura presenta la tasa de informalidad desde el trimestre móvil enero-marzo de 2010 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. Debido a que las mediciones de informalidad del INE se encuentran disponibles solo desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 en adelante, para el periodo previo la serie se construye en base a un subconjunto de variables presentes en las encuestas de empleo entre 2010 y el trimestre junio-agosto de 2017. Para evaluar el ajuste de esta serie, se compara la serie construida para el periodo posterior a 2017; obteniéndose una correlación de 0,98 con la serie de informalidad del INE. Por último, se aplica un factor de corrección a la serie construida entre 2010 y 2017 para empalmarla con la serie del INE posterior a 2017 y obtener un registro continuo de informalidad para todo el periodo.

Si bien existe un número mayor de hombres que mujeres en ocupaciones informales (lo cual ha permanecido relativamente estable desde comienzos de las mediciones de informalidad en 2017), la tasa de informalidad (calculada como la razón entre las personas ocupadas informales y el total de personas ocupadas) es superior en mujeres que en hombres. En el trimestre móvil junio-agosto de 2022, existían aproximadamente 1,3 millones de hombres y 1 millón de mujeres en ocupaciones informales; en tanto para el mismo periodo la tasa de informalidad femenina alcanzó un 28,3% y la masculina un 25,5%, respectivamente (Figuras 6 y 7).

Figura 6

Número de personas ocupadas informales según sexo

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; miles de personas; promedios anuales)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta el promedio anual simple de las personas ocupadas informales por sexo reportado trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Se considera que poseen una ocupación informal las personas trabajadoras dependientes que no cuentan con cotizaciones de salud y previsión social en virtud de su relación laboral; las y los empleadores y trabajadores por cuenta propia que pertenecen al sector informal (es decir, que no están registrados en el SII y ni tampoco constituyen cuasi sociedades); las y los trabajadores del servicio doméstico que no están sujetos a la legislación laboral nacional; y las personas familiares no remuneradas del hogar.

Por otra parte, cuando se analiza la evolución de la informalidad entre julio de 2017 y el trimestre móvil terminado en enero de 2019, las mujeres registraron una tasa de informalidad que, en promedio, superó en 2,8 p.p. a la de los hombres. En tanto, entre 2020 y 2021, ambos grupos disminuyeron sus tasas de informalidad (alcanzando niveles mínimos en torno al 22% en los trimestres móviles de abril-junio y junio-agosto de 2020), con lo cual la brecha disminuyó a 1,3 pp. entre los trimestres móviles de diciembre de 2019 - febrero de 2020, y noviembre de 2020-enero de 2021. Como a partir de 2022 la informalidad ha retornado en ambos grupos, la brecha entre hombres y mujeres ha aumentado levemente alcanzando 1,7 pp. promedio entre el trimestre móvil diciembre de 2021-febrero de 2022 hasta el trimestre terminado en agosto del mismo año (Figura 7).

Figura 7

Tasa de ocupación informal según sexo

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; %

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta la tasa de ocupación informal por sexo desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6.

Las y los trabajadores por cuenta propia concentran la mayor cantidad de personas ocupadas informales, seguidas de las y los asalariados del sector privado: en promedio 1,2 millones y 785 mil entre los trimestres móviles de diciembre-febrero y junio-agosto de 2022, respectivamente. Durante el mismo periodo, las categorías con menor representación en la ocupación informal corresponden a los empleadores (38 mil), las y los trabajadores familiares no remunerados (59 mil), el personal del servicio doméstico (119 mil) y el funcionariado del sector público (138 mil) (Figura 8).

Por su parte, las mayores tasas de informalidad se observan en las y los trabajadores por cuenta propia (66% promedio entre julio de 2017 y agosto de 2022). Luego, se ubican las personas trabajadoras del servicio doméstico y, en menor medida, las y los asalariados del sector privado, con 46% y 16% promedio durante el periodo analizado, respectivamente (Figura 9).

Figura 8

Número de personas ocupadas informales según categoría de empleo

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; miles de personas; promedios anuales)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta el promedio anual simple de las personas ocupadas informales por categoría de empleo reportado trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6. (c) La categoría asalariados públicos informales incluye a todas las personas que trabajan tanto en la administración pública, como en cualquier institución o empresa del Estado. (d) La categoría de personal del servicio doméstico incluye el servicio puertas afuera y adentro.

Figura 9

Tasa de ocupación informal según categoría de empleo

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; % de cada categoría de empleo)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta la tasa de ocupación informal según categoría de empleo reportada trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6. (c) La categoría asalariados públicos informales incluye a todas las personas que trabajan tanto en la administración pública, como en cualquier institución o empresa del Estado. (d) La categoría de personal del servicio doméstico incluye el servicio puertas afuera y adentro. (e) La figura no presenta la categoría de personas familiares no remuneradas del hogar debido a que por definición son informales, por lo cual su tasa de informalidad es 100%.

Las personas adultas de 65 y más años y los jóvenes entre 15 y 24 años poseen las mayores tasas de informalidad de 52,5% y 34,8%  en el trimestre móvil de junio-agosto de 2022, respectivamente. Sin embargo, el mayor número de personas ocupadas informales se concentra en los grupos de personas entre 25 y 34 años y 35 y 44 años, quienes agruparon a cerca de 1 millón de personas durante el mismo trimestre (Figuras 10 y 11).

Figura 10

Número de personas ocupadas informales según tramo etario

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; miles de personas; promedios anuales)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta el promedio anual simple de las personas ocupadas informales por tramo etario reportado trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6.

Figura 11

Tasa de ocupación informal según tramo etario

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; %)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta la tasa de ocupación informal según tramo etario reportada trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6.

Entre 2017 y 2022, las y los trabajadores con educación media concentraron la mayoría del empleo informal, promediando 1,1 millones de personas entre los trimestres móviles de diciembre de 2016 - febrero de 2017 y junio-agosto de 2022, seguido de las personas trabajadoras con educación básica (592 mil) y, en menor magnitud, aquellas con educación universitaria y técnica con 348 mil y 231 mil, respectivamente. Esta tendencia se observa durante todo el periodo analizado, incluso durante la pandemia pese a la disminución del empleo registrada para todos los grupos (Figura 12).

No obstante lo anterior, las mayores tasas de informalidad predominan en los grupos sin o con escaso nivel educacional. En promedio, entre los trimestres móviles de diciembre de 2021 - febrero de 2022 y junio-agosto de 2022, aquellos sin educación presentan tasas de informalidad de aproximadamente 67%, mientras que las personas con educación básica y educación media presentan tasas cercanas al 50% y 32%. En contraste, los grupos con mayor nivel educacional, universitario y de postgrado, muestran las menores tasas de informalidad con 15,3% y 9,6% promedio durante los trimestres móviles de diciembre de 2021 - febrero de 2022 y junio-agosto de 2022, respectivamente (Figura 13).

Figura 12

Número de personas ocupadas informales según nivel educacional

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; miles de personas; promedios anuales)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta el promedio anual simple de las personas ocupadas informales por nivel educacional reportado trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6. (c) La categoría sin estudios incluye personas sin estudios y/o con educación preescolar.

Figura 13

Tasa de ocupación informal según nivel educacional

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; %)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta la tasa de ocupación informal según nivel educacional reportada trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6. (c) La categoría sin estudios también incluye personas sin estudios y/o con educación preescolar.

En el trimestre móvil junio-agosto de 2022, las personas ocupadas informales se concentraron principalmente en la región Metropolitana con aproximadamente 1 millón de personas, seguidos, en menor medida, de las Regiones de Valparaíso y Biobío con 258 mil y 165 mil personas, respectivamente (Figura 14, eje izquierdo). Por su parte, las regiones con mayores tasas de ocupación informal se ubican en la zona norte y centro-sur del país, lideradas por Arica y Parinacota (35,7%), La Araucanía (35,2%), Ñuble (34,3%), Los Ríos (32,3%) y Coquimbo (32,6%); las cuales superan por un rango de 6 y 8 pp. la tasa de ocupación informal a nivel nacional registrada en el mismo periodo (26,7%). En contraste, las regiones con menores tasas de informalidad corresponden a Magallanes (19,6%) y Antofagasta (23,5%) (Figura 14, eje derecho).

Figura 14

Número de personas ocupadas informales y tasa de ocupación informal según región

(jun-ago. 2022; miles de personas y %, respectivamente)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta en el eje vertical izquierdo la ocupación informal (en miles de personas) y en el eje vertical derecho la tasa de ocupación informal, ambas por regiones, de acuerdo con lo reportado por el INE para el trimestre móvil junio-agosto de 2022 en el portal DatosAbiertos.Stat. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6.

Por sector económico, en el trimestre móvil junio-agosto de 2022, los hogares como empleadores concentraron las mayores tasas de informalidad (50,4%), seguido de artes (43,2%), agricultura (37,7%) y construcción (33,9%). Otros sectores que también registran tasas por sobre el promedio nacional corresponden a comercio, hotelería y transporte con tasas sobre el 30% cada uno. En contraste, los sectores que presentan las menores tasas de ocupación informal corresponden a energía, minería y el sector financiero, cuyas tasas de informalidad no superan el 7% individualmente (Figura 15).

Respecto de la intersección entre sector económico y sexo, se observa que en el caso de los sectores de hogares como empleadores, hotelería y comercio, el porcentaje de mujeres ocupadas es superior al promedio nacional para el trimestre móvil junio-agosto de 2022 (es decir, corresponden a sectores altamente feminizados)[33], y a su vez, las tasas de informalidad de las mujeres son mayores a las hombres, alcanzando brechas de género de 12,9 pp., 10,7 pp. y 6,1 pp. para el mismo periodo, respectivamente[34].

Figura 15

Número de personas ocupadas informales y tasa de ocupación informal según rama de actividad económica

(jun-ago. 2022; miles de personas y %, respectivamente)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta en el eje vertical izquierdo la ocupación informal (en miles de personas) y en el eje vertical derecho la tasa de ocupación informal, ambas por rama de actividad económica, de acuerdo con lo reportado por el INE para el trimestre móvil junio-agosto de 2022. (b) El gráfico no incluye los sectores de órganos extraterritoriales, otras actividades de servicios y aquellos no saben o no responden esta pregunta para dicho periodo. (c) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6. (d) Para conocer el listado con los nombres de cada rama de actividad, ver la Tabla A 1 de la Sección Anexos.

La informalidad laboral predomina en empresas de menor tamaño. Entre los trimestres móviles de julio-septiembre de 2017 y junio-agosto de 2022, en promedio, la tasa de ocupación informal superó el 60% y 25% en empresas con menos de 5 personas trabajadoras y con 5 a 10 personas, respectivamente (segmento de microempresas). En contraste, a medida que aumenta el tamaño de la empresa, la tasa de ocupación informal disminuye, ubicándose entre 6% y 8% para medianas y grandes empresas; es decir firmas con 50 a 199 trabajadores y con 200 y más empleados, respectivamente. (Figura 16)[35].

Figura 16

Tasa de ocupación informal según tamaño de la empresa

(jul-sept 2017 – jun-ago. 2022; %)

Fuente: Elaboración propia en base a ENE (INE). Notas: (a) La figura presenta el promedio anual simple de la tasa de ocupación informal según tamaño de la empresa reportada trimestralmente por el INE desde el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 hasta el correspondiente a junio-agosto de 2022 en el portal DatosAbiertos.Stat. (b) Para más información sobre la definición de ocupación informal empleada, se sugiere revisar las Notas de la Figura 6. (c) No se incluye la categoría no sabe/no responde para cual sólo se cuenta con información desde el trimestre móvil de noviembre-enero 2019 en adelante.

En síntesis, utilizando la información de la Encuesta Nacional de Empleo, en esta sección se analizaron las principales tendencias de la informalidad en Chile entre 2017 y 2022. De este análisis se desprende que entre julio de 2017 y diciembre de 2019, la tasa de informalidad permaneció relativamente estable, promediando 28,5%, para luego disminuir casi 2 pp. durante la pandemia. A partir de 2022, ha existido una recuperación progresiva de las cifras observadas con anterioridad a la crisis sanitaria, alcanzando un 26,7% en el trimestre móvil terminado en agosto de este año, lo que equivale a cerca de 2,3 millones de personas en situación de trabajo informal.

Los hallazgos descritos en esta sección permiten construir el perfil de la informalidad en Chile desde la perspectiva del empleo, la que se caracteriza por:

  1. Pese a que el número de personas ocupadas informales es mayor en hombres que en mujeres, la tasa de informalidad femenina es superior a la masculina por casi 2,1 pp. promedio entre 2017 y 2022[36].
  2. La informalidad predomina en las personas trabajadoras por cuenta propia y personas trabajadoras del servicio doméstico, para quienes las tasas se ubicaron por sobre el 68% y 52% en el trimestre móvil de junio-agosto de 2022, obedeciendo a una tendencia estable desde 2017.
  3. La informalidad afecta principalmente a las personas adultas de 65 y más años y a los jóvenes entre 15 y 24 años. Ambos grupos poseen las mayores tasas de informalidad en relación con otros grupos etarios con 53% y 35% en el trimestre móvil terminado en agosto de 2022, respectivamente. No obstante, en términos de empleo, el mayor número de personas ocupadas informales predomina en el grupo de las personas jóvenes entre 25 y 34 años, seguido del grupo entre 35 y 44 años, las que en conjunto concentraron aproximadamente 1 millón de personas durante el mismo periodo.
  4. Las personas sin educación presentan tasas de informalidad en torno al 60%, mientras que quienes poseen educación básica y educación media presentan tasas cercanas al 50% y 31% de acuerdo con lo observado entre los trimestres móviles que se inician en julio de 2017 y hasta junio de 2022, respectivamente.
  5. Por región, las mayores tasas de informalidad se observan en Arica y Parinacota, La Araucanía, Ñuble, Los Ríos y Coquimbo, superando entre 6 y 8 p.p. la tasa a nivel nacional. En tanto, las regiones de Magallanes y Antofagasta son las que presentan la menor proporción de empleo informal.
  6. Los hogares como empleadores concentran las mayores tasas de informalidad (50%), seguidos de artes (43%), la agricultura (38%) y construcción (34%). Otros sectores que también registran niveles sobre el promedio nacional corresponden a comercio, hotelería y transporte con tasas que superan el 30% cada uno. En contraste, los sectores que presentan menores tasas de ocupación informal corresponden a energía, minería y el sector financiero, al no superar el 7% individualmente.
  7. Por último, se observa una relación negativa entre informalidad y tamaño de la empresa, de modo que las empresas de menor tamaño presentan mayores tasas de informalidad. En efecto, entre los trimestres móviles de julio-septiembre de 2017 y junio-agosto de 2022, la informalidad superó el 60% en las empresas con menos de cinco personas trabajadoras; en tanto, para aquellas con 200 y más empleados se ubicó en 8%.

5.2. Desde la Perspectiva del Emprendimiento

La Encuesta de Microemprendimiento (EME) permite caracterizar los emprendimientos que se desarrollan a nivel nacional y regional, sean formales e informales, que se llevan a cabo en todos los sectores económicos; identifica las formas de funcionamiento de estas unidades, sus niveles de ingresos y empleo generado. Se realiza de forma bienal, posee una cobertura urbana y rural, está dirigida a hogares en los que reside al menos una persona dueña de un microemprendimiento, es decir, incluye a las y los trabajadores por cuenta propia y personas empleadoras propietarias de una microempresa de hasta 10 personas trabajadoras (INE, 2020)[37].

Para efectos de esta encuesta, se considera que un emprendimiento es formal si el negocio, la empresa, o actividad por cuenta propia registra iniciación de actividades en el SII[38], y para clasificar su grado de informalidad se establecen tres niveles de informalidad (Ministerio de Economía, 2020):

  1. Alta, caracteriza a los emprendimientos que no han iniciado actividades en el SII y no cuentan con un registro contable (de ningún tipo) y patente (o permiso) municipal para funcionar.
  2. Media, identifica emprendimientos que no han iniciado actividades en el SII, pero que llevan un registro de sus cuentas a través de registros personales, con contabilidad simplificada ó disponen de permiso (o patente) municipal para funcionar.
  3. Baja, agrupa emprendimientos que no cuentan con un registro de actividades en el SII; sin embargo, poseen un registro de cuentas a través de un contador formal y/o tienen un permiso o patente municipal para funcionar.

De acuerdo con la sexta versión de la EME realizada en 2019, en Chile existen cerca de 2 millones de personas micro emprendedoras, de las cuales un 15,4% corresponde a empleadores y un 84,6% a personas trabajadoras por cuenta propia. En ambas categorías, la proporción de hombres es mayor tanto entre micro emprendedores por cuenta propia como en empleadores con 59% y 74,7%, respectivamente.

Gran parte de las personas micro emprendedoras poseen un bajo nivel educacional y desarrollan su negocio durante la vida adulta. En efecto, casi un 70% de éstas posee educación básica y media y un poco menos de la mitad posee entre 45 y 64 años (Tabla 9).

Según los resultados de la EME, en 2019 un 53,1% de los microemprendimientos eran informales, proporción que ha aumentado casi 4 pp. desde 2015 (Panel a, Figura 17).

Los microemprendimientos informales se concentran en los sectores de agricultura, manufactura, transporte y el sector primario. En tanto, los formales se configuran en los sectores de servicios y de actividades inmobiliarias (Panel b, Figura 17).

Mientras el microemprendimiento informal está motivado por la necesidad, el emprendimiento formal surge de la oportunidad de desarrollar un negocio. En ambos casos, el principal beneficio de emprender radica en no tener una jefatura superior, en la flexibilidad horaria y en la posibilidad compatibilizar labores domésticas y de cuidado con el desarrollo del negocio (Paneles c y d, Figura 17). Al desagregar estos resultados por sexo, se observa que un 67,4% del total de emprendimientos informales femeninos surgen de la necesidad, mientras que solo un 49% de los emprendimientos informales masculinos surgen por esta causa. Respecto de los beneficios del emprendimiento informal diferenciados por sexo, para los hombres el principal beneficio es la ausencia de una jefatura directa (37%), en tanto para las mujeres es la posibilidad de compatibilizar el desarrollo de un emprendimiento con la realización de las labores domésticas (40%).

Las principales razones para no formalizarse están asociadas al tamaño del negocio (es decir, a la demanda) y a que su funcionamiento no está condicionado a la posesión de un registro formal. También los principales factores que limitan el crecimiento corresponden a la falta de clientes y de financiamiento (Paneles e y f, Figura 17).

Tabla 9

Caracterización demográfica del microemprendimiento

Categoría

Hombres

Mujeres

Total

%

Edad

15-24 años

27.260

34.317

61.577

3,0%

24-34 años

151.811

119.997

271.807

13,2%

35-44 años

226.682

164.016

390.698

19,0%

45-54 años

276.687

191.708

468.395

22,8%

55-64 años

324.105

181.909

506.014

24,6%

65 y más

256.506

102.905

359.411

17,5%

Total

1.263.051

794.852

2.057.903

100%

Nivel Educacional

Sin estudios

15.506

8.901

24.408

1,2%

Ed. Básica

351.790

184.402

536.192

26,1%

Ed. Media

525.271

357.419

882.689

42,9%

Ed. Técnica

136.572

100.946

237.518

11,5%

Ed. Universitaria

211.421

131.420

342.841

16,7%

Sin información

22.491

11.763

34.254

1,7%

Total

1.263.051

794.852

2.057.903

100,0%

           

Categoría

Ocupacional

Empleador

236.451

80.280

316.731

15,4%

Cuenta propia

1.026.600

714.572

1.741.172

84,6%

Total

1.263.051

794.852

2.057.903

100%

Fuente: Elaboración propia en base a la VI Encuesta de Microemprendimiento (Ministerio de Economía, 2020).

Figura 17

Caracterización del microemprendimiento en Chile

Panel (a): Informalidad en el microemprendimiento (2015-2019)

Panel (b): Informalidad por sector económico (2019)

Panel (c): Motivación para emprender según formalidad

(% del total de personas micro emprendedoras, 2019)

Panel (d): Principal beneficio de ser independiente según formalidad

(% del total de personas micro emprendedoras, 2019)

Panel (e): Razones para no formalizar

(% de personas micro emprendedoras informales, 2019)

Panel (f): Aspectos que limitan el crecimiento del emprendimiento según formalidad

(% del total de personas micro emprendedoras, 2019)

Fuente: Elaboración propia en base a la VI Encuesta de Microemprendimiento (Ministerio de Economía, 2020). Notas: (a) En el Panel (a) el cambio en los porcentajes es estadísticamente significativo al 5% respecto de la encuesta anterior. (b) En el Panel (b) el sector primario agrupa las actividades de explotación de minas, el suministro de electricidad y de agua.

Si bien FOSIS y Sercotec figuran dentro de las instituciones más conocidas por las personas micro emprendedoras, son aquellas sin fines de lucro (entre las que se encuentran Infocap, Fondo Esperanza, Banigualdad e Indap) las que mayor apoyo prestan a los micro emprendendimientos formales e informales (Figura 18).

Para complementar los resultados de la Encuesta de Microemprendimiento se utilizan los datos de Fondo Esperanza (Fondo Esperanza, 2021), una organización de desarrollo social que entrega servicios financieros (créditos y seguros) a personas emprendedoras de sectores vulnerables junto con otras herramientas para potenciar sus negocios[39].

El perfil de las personas usuarias de Fondo Esperanza corresponde mayoritariamente a mujeres, a personas cuya edad fluctúa entre los 31 a 60 años, que poseen educación básica incompleta y que viven en los grandes centros urbanos (esto es, en las regiones Metropolitana, Valparaíso y Biobío) (Tabla 10).

Figura 18

Instituciones más conocidas y que mayor apoyo prestan al microemprendimiento según formalidad

Panel (a): Instituciones más conocidas según formalidad

(% del total de personas micro emprendedoras, 2019)

Panel (b): Instituciones de las que las personas micro emprendedoras han recibido ayuda según formalidad
(% del total de personas microemprendedoras, 2019)

Fuente: Elaboración propia en base a la VI Encuesta de Microemprendimiento (Ministerio de Economía, 2020). Nota: Las instituciones sin fines de lucro agrupan entidades como INFOCAP, Fondo Esperanza y Banigualdad, entre otros.

Tabla 10

Características demográficas de las personas micro emprendedoras de Fondo Esperanza

(diciembre de 2020)

 

Categoría

N° Obs.

%

Sexo

Hombres

20.891

19,5%

Mujeres

86.256

80,5%

Total

107.147

100%

       

Edad

Hasta 20

708

0,7%

21-30

14.154

13,2%

31-40

27.863

26,0%

41-50

26.726

24,9%

51-60

22.250

20,8%

61-70

12.004

11,2%

71-80

3.099

2,9%

81 y más

304

0,3%

Sin información

39

0,0%

Total

107.147

100%

       

Nivel educacional

Sin estudios

67.735

63,2%

Ed. Básica

7.286

6,8%

Ed. Media

14.918

13,9%

Ed. Universitaria

121

0,1%

Sin información

17.087

15,9%

Total

107.147

100%

       

Región

Región de Arica y Parinacota

2.179

2,0%

Región de Tarapacá

3.469

3,2%

Región de Antofagasta

2.413

2,3%

Región de Atacama

2.840

2,7%

Región de Coquimbo

3.988

3,7%

Región de Valparaíso

14.854

13,9%

Región del Lib. Gral. Bdo. O'Higgins

3.907

3,6%

Región del Maule

8.349

7,8%

Región de Ñuble

2.245

2,1%

Región del Biobío

12.503

11,7%

Región de La Araucanía

7.207

6,7%

Región de Los Ríos

3.108

2,9%

Región de Los Lagos

7.121

6,6%

Región Metropolitana de Santiago

32.961

30,8%

Sin información

3

0,0%

Total

107.147

100%

Fuente: Elaboración propia en base a datos proporcionados por Fondo Esperanza (2021). Nota: La Tabla reporta la cantidad de personas beneficiarias de Fondo Esperanza al mes de diciembre de 2020.

Las personas micro emprendedoras de Fondo Esperanza se desempeñan principalmente en el sector comercio, seguido por el de producción y manufactura y de servicios. Si bien comercio es el sector predominante en ambos sexos, para las mujeres el segundo lugar corresponde al de producción y manufactura, en tanto en los hombres corresponde a las actividades de servicios (Tabla 11).

Tabla 11

Sector económico en el que se desempeñan las personas micro emprendedoras de Fondo Esperanza según sexo

Sector económico

Hombres

Mujeres

Total

Producción y manufactura (fabricación de productos)

3.808

21.597

25.405

(19,8%)

(30,5%)

(28,2%)

Comercio (venta y compraventa de productos)

9.684

40.596

50.280

(50,5%)

(57,3%)

(55,8%)

Servicios

5.455

8.354

13.809

(28,4%)

(11,8%)

(15,3%)

Agropecuario (campo, pesca y bosque)

241

326

567

(1,3%)

(0,5%)

(0,6%)

Total

19.188

70.873

90.061

(100%)

(100%)

(100%)

Fuente: Elaboración propia en base a datos proporcionados por Fondo Esperanza (2021). Nota: Existen 39.000 registros para los cuales no se dispone de información.

La caracterización efectuada a partir de los datos de Fondo Esperanza resalta la dimensión de género (sobre un 80% personas micro emprendedoras en este segmento son mujeres), el bajo nivel educativo (más de un 60% posee enseñanza básica incompleta), el ciclo vital (la gran mayoría tiene entre 31 y 60 años) y la predominancia de éstos en las zonas urbanas.

En síntesis, de acuerdo con la Encuesta de Microemprendimiento en 2019 en Chile existían cerca de 2 millones de personas micro emprendedoras, de las cuales la mayoría corresponde a personas trabajadoras por cuenta propia y, a una menor proporción, a empleadores con 84,6% y 15,4%, respectivamente. El perfil del microemprendimiento puede resumirse en los siguientes puntos:

  • Gran parte de las personas micro emprendedoras posee un bajo nivel educacional y desarrolla su negocio durante la vida adulta. En efecto, casi un 70% de las personas micro emprendedoras cuenta con estudios hasta educación media y un poco menos de la mitad posee entre 45 y 64 años.
  • Más de la mitad de las personas micro emprendedoras son informales, y de éstas un tercio presenta un alto nivel de informalidad, es decir, no ha iniciado actividades ante el SII o no dispone de registro contable ni patente (permiso) municipal.
  • Los microemprendimientos informales se concentran en los sectores de agricultura, manufactura, transporte y el sector primario. En tanto, los formales lo hacen en los sectores de servicios y de actividades inmobiliarias.
  • Mientras el microemprendimiento informal está motivado por la necesidad, el emprendimiento formal surge de la oportunidad de desarrollar un negocio. En ambos casos, el principal beneficio de emprender radica en no tener una jefatura, en la flexibilidad horaria y en la posibilidad compatibilizar labores domésticas y de cuidado con el desarrollo del negocio.
  • Las principales razones para no formalizarse están asociadas al tamaño del negocio (es decir, a razones de mercado) ya que su funcionamiento no está condicionado a la posesión de un registro formal. También los principales factores que limitan el crecimiento corresponden a la falta de clientes y de financiamiento.

Por último, los resultados anteriores resaltan el carácter de subsistencia del emprendimiento informal por cuanto surgen en mayor proporción de la necesidad (a diferencia de los emprendimientos formales que están más motivados por la oportunidad de desarrollo de un negocio), y del menor nivel educacional de sus propietarios y propietarias; todo lo cual configura un escenario de mayor vulnerabilidad para las personas que dependen de este tipo de negocios para generar ingresos.

[33] De acuerdo con los datos de la ENE, en el trimestre móvil junio-agosto de 2022, el porcentaje de ocupación femenina en los sectores de hogares como empleadores, hotelería y comercio alcanzó un 86,5%, 58,4% y 47,4%, respectivamente; en tanto el promedio nacional de ocupación femenina para el mismo periodo se ubicó en 42,4%.

[34] La Sección A1 de los Anexos presenta más detalles sobre las características cualitativas de la informalidad.

[35] Para clasificar a las empresas por tamaño según el número de personas trabajadoras, se utiliza el artículo 505 bis del Código del Trabajo, a partir del cual se establecen las siguientes categorías: microempresas (1 y 9 trabajadores), pequeñas (10 a 49 trabajadores), medianas (50 a 199 trabajadores) y grandes (200 trabajadores o más).

[36] Corresponde a la brecha promedio en la tasa de informalidad entre el trimestre móvil julio-septiembre de 2017 y correspondiente a junio-agosto de 2022.

[37] Incluyendo a la persona informante dueña de la unidad económica.

[38] Para lo cual la persona micro emprendedora pudo haber estado operando como trabajador o trabajadora independiente, emitiendo boletas de honorarios al momento de la encuesta o bien haber estado constituida como una persona natural, empresa individual de responsabilidad limitada (EIRL) o sociedad de responsabilidad limitada (Ltda.). Para efectos de esta clasificación, los procesos en trámite se consideran como informales.

[39] La información utilizada fue proporcionada por la propia institución al Consorcio para su análisis y contiene información autorreportada sobre diversas características para una muestra de más de 100 mil personas microemprendedoras durante el mes de diciembre de 2020.

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