Mensaje del ministro de Hacienda
Estrategia Nacional de Inclusión Financiera
La rápida evolución del mercado financiero en las últimas décadas exige un mayor compromiso de las políticas públicas para fortalecer la regulación e infraestructura financiera, garantizar la protección al consumidor, y que las personas puedan desarrollar las habilidades financieras necesarias. Contar con una Estrategia Nacional de Inclusión Financiera es fundamental para garantizar que ello ocurra. Muchos países han incorporado la inclusión financiera en sus políticas de desarrollo y organismos internacionales como la OCDE y el G-20 relevan la importancia de hacerlo.
Esta Estrategia reafirma nuestro compromiso con el bienestar de todos los chilenos y chilenas, propendiendo a una relación más equitativa y justa entre las instituciones financieras y las personas. A su vez, contribuye al fortalecimiento de la resiliencia económica del país y un sistema financiero más robusto.
Chile ya presenta avances significativos en la materia, destacando la cobertura casi completa de la penetración de productos de administración del efectivo. Grandes contribuciones a la inclusión financiera han sido la CuentaRut de BancoEstado (2007) y la Estrategia Nacional de Educación Financiera (2018). El Gobierno del Presidente Boric ha avanzado además en la promulgación de las leyes Fintec, de Registro de Deuda Consolidada, y de Resiliencia Financiera, que se suman a la plataforma “Conoce tu deuda” y a avances relevantes en materia de protección al cliente financiero.
La industria también ha aportado con avances positivos en infraestructura e interoperabilidad, además de ampliar su oferta de productos y servicios financieros digitales.
Junto con definir las temáticas prioritarias para generar mayor bienestar financiero de la población en general, esta Estrategia establece medidas específicas para cerrar las brechas identificadas en cada uno de los grupos prioritarios: mujeres, jóvenes, personas adultas mayores, con capacidades diferentes, de menores ingresos y microempresas. Además, se reconocen que otras variables de la identidad social —por ejemplo, ser mujer, adulta mayor y vivir en una zona rural— pueden profundizar las desigualdades. Mejorar su acceso a productos financieros, al financiamiento en el mercado formal, y prevenir el sobreendeudamiento, entre otras, es a lo que apuntan las medidas de esta Estrategia.
Para la correcta implementación es clave que podamos movilizar recursos, conocimientos y acciones de todos los actores —públicos, privados y de la sociedad civil—. Ello, junto con la definición de una ruta de implementación de las medidas e indicadores para medir el avance, nos abrirán una luz para alcanzar el objetivo mayor: mejorar el bienestar financiero de todos y promover un desarrollo inclusivo y equitativo.