Prólogo subsecretaria de Hacienda
En los últimos años, Chile ha fortalecido significativamente su marco regulatorio con leyes que promueven la inclusión, transparencia y protección de las usuarias y usuarios del sistema financiero, como son la Ley Fintec, la Ley de Registro Consolidado de Deuda y la reforma a la Ley de Fraude, entre otras, en línea con las transformaciones tecnológicas, que amplían y mejoran las oportunidades de acceso. Pero estos cambios también hacen necesario acompañar a las personas con formación y orientación para el uso responsable de los servicios financieros. La educación financiera se vuelve así un componente cada vez más esencial para la inclusión y protección del consumidor.
El Mapeo Nacional de Iniciativas y Programas de Educación Financiera marca un hito en la construcción de políticas públicas basadas en evidencia: por primera vez contamos con una visión integral del ecosistema de educación financiera en Chile, de quiénes la desarrollan, cómo lo hacen, a quiénes llegan y con qué resultados. Por lo tanto, nos permite dimensionar cuál es la base sobre la que avanzar hacia iniciativas más eficaces.
Este estudio, impulsado por la secretaría técnica de la Comisión Asesora para la Inclusión Financiera (CAPIF), visibiliza el esfuerzo de entidades del sector público, universidades, organizaciones de la sociedad civil y sector privado, como la banca y las Fintec para desarrollar iniciativas de educación financiera, lo que confirma el compromiso transversal por avanzar en este ámbito, que registra un importante crecimiento desde 2007. Esto demuestra que la educación financiera ha dejado de ser un nicho, para convertirse en un esfuerzo en que predominan las iniciativas que fortalecen competencias básicas —como la planificación, el ahorro y el uso responsable del crédito—, junto con protección e inclusión financiera, como los seguros, la prevención del fraude y los pagos digitales.
La mayoría de las entidades incorpora enfoques transversales —de género, ciudadanía y protección al consumidor—, pero aún debemos fortalecer la adopción de la economía del comportamiento, para que la educación financiera genere cambios reales en los hábitos y decisiones cotidianas.
El mapeo evidencia también que la colaboración entre sectores es esencial para ampliar la cobertura y la persistencia de las acciones; y que constituye una herramienta de coordinación entre lo público, privado, académico y la sociedad civil, orientada a mejorar la pertinencia, el alcance y la sostenibilidad de las acciones educativas. Los desafíos requieren sostener y profundizar esta articulación multisectorial.
Por eso, la nueva etapa de la Estrategia Nacional de Educación Financiera busca consolidar los esfuerzos compartidos y reducir las brechas de inclusión y territoriales: la cobertura sigue concentrada en adultos, mientras niños, adolescentes y grupos con mayores barreras de acceso —como mujeres fuera del mercado laboral, población rural o migrante— son menos atendidos, lo mismo que los y las habitantes de regiones.
Desde el Ministerio de Hacienda estamos impulsando además una visión más integral de la educación financiera, que incluye la educación tributaria y previsional. En este marco, la incorporación de la Defensoría del Contribuyente (Dedecon) a la CAPIF como actor permanente representa un avance concreto para acercar estos temas a las personas.
La consigna debe ser seguir mejorando calidad y aumentar cobertura, porque la educación financiera es, ante todo, una herramienta de equidad y bienestar: cada charla, cada curso o cada cápsula digital representa una oportunidad real de mejorar la vida de las personas, de empoderarlas para tomar decisiones informadas, de proteger su patrimonio y prepararse para enfrentar a los cambios económicos.
Una ciudadanía financieramente educada es una ciudadanía con más oportunidades y más participativa; por ello reafirmamos nuestro compromiso con una educación financiera que llegue efectivamente a las personas, mejorando su bienestar y su resiliencia económica. Invitamos a los distintos actores a seguir invirtiendo en estas iniciativas, porque con ello mejora también la confianza en el sistema financiero.
Heidi BernerSubsecretaria de Hacienda